viernes, 6 de febrero de 2015

Mario

Mario Durán. Tela, 1949.

A Mario.

Creo en el amor de un hombre, porque conozco a Mario. Me aceptó y amó desde el primer instante. Él es ternura, compasión y devoción. Me enseñó a escribir y practicó pacientemente conmigo la letra "s" que cuando era una niña tanto me costó aprender. También los números y el reloj. 

Ahora mismo y desde siempre vela por mi seguridad y felicidad. Suele preguntar si ya encontré a un buen hombre. Yo guardo silencio. En el fondo pienso que me reservo para ese ser de infinito amor, paciencia y comprensión. Un ser que tenga una pizca de mi abuelo Mario, el hombre de mi vida. Lo amo tanto.

1 comentario: