viernes, 6 de febrero de 2015

Una historia

"Eso era todo lo que un hombre necesitaba: esperanza".- Charles Bokowski.


"Se espera que la lluvia pase. Se espera que los vientos lleguen. Se espera. Se dice. Por amor al silencio se dicen miserables palabras. Un decir forzoso, forzado, un decir sin salida posible, por amor al silencio, por amor al lenguaje de los cuerpos".

Alejandra Pizarnik, Palabras (fragmento)


Por Any Gutiérrez.

Contigo fue fácil despegar y dejar mi realidad atrás. Una realidad que nunca me gustó. Lo triste fue que en mi interior siempre supe que nuestra historia estaba destinada a la autodestrucción. Y es que era demasiado intensa, demasiado invasiva, como un fuego que reduce todo a cenizas.

Fuiste tan tirano conmigo como lo fui yo contigo. Y aunque para mí no hubo culpables, ya que ambos fuimos responsables de nuestras decisiones, yo te elegí, decidí quererte después de ver ese mágico mundo en tus ojos. Tú decidiste quedarte.

Me quedo con la eternidad de tu sonrisa y tu mirada, esa que tanto intenté descifrar y que después de un tiempo por fin pude entender que intentaba hablarme de amor.

Según ‘el escritor maldito’, Charles Bukowski, cuando amas lo incorrecto, lo repulsivo de un ser, es cuando de verdad amas. Pues yo amé todo de ti. Ese ceño fruncido, tus celos, esa loca idea de intentar hacerme cambiar de parecer para que comprendiera el mundo a tu manera. Ese pedacito de ti que concebiste en otra estrella, pero que yo añoraba fuera solo mío. Sí, todo eso amé.

Si acaso has borrado mi rostro y ya no distingues mi aroma. Si has dejado de quererme, no lo digas. Amarga y desconsoladamente me resisto a saberlo.

Mientras tanto, seguiré curándome sola. No guardo rencor, sino nostalgia, compasión e infinito amor. Amor por ti. Esta quizás solo sea una historia de esas que suelo construir en mi subconsciente, cargada de tristeza. Pero es una historia hermosa. Es mi historia contigo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario